Desde sus inicios, la Asociación Alba ofrece un acompañamiento individualizado específico al núcleo familiar y grupos terapéuticos exclusivos para los familiares. En el año 2020, 53 de 77 de los familiares atendidos eran mujeres. Madres, hermanas, hijas o parejas femeninas participan de forma mayoritaria en el tratamiento porque cargan con la responsabilidad:

• Del cuidado
• De la comunicación
• Del apoyo emocional
• Del bienestar de la familia

Responsabilidades derivadas de los roles adjudicados por la sociedad, alimentada por el entorno familiar y normalizada incluso por algunos/as usuarios/as, con especial expectativa hacia el rol de madre. Un soporte complejo cuando se confronta a las múltiples realidades de las adicciones.

Estos roles muy arraigados desencadenan en muchas ocasiones una sobrecarga de rol, provocando así dificultades para la mujer:

• Malestar y/o desbordamiento emocional
• Sentimiento de culpa.
• Dificultad para empoderarse y gestionar relaciones.
• Sintomatología de salud mental y/o física.
• Ambigüedad en el posicionamiento del/la usuario/a en su tratamiento.

Los espacios terapéuticos ofrecen un lugar donde expresarse emocionalmente, cuestionar las expectativas socio-familiares, empoderarse y contemplar cambios.  La asistencia masculina a nuestros servicios familiares aumenta lentamente pero cada vez más acuden varias figuras conjuntamente (padre-madre, hermano-hermana) y algunos participantes masculinos representan a veces la principal figura de apoyo, mostrando así un deseo de romper con las expectativas de los roles.